Te escribo desde
la noche
donde los
silencios hacen
rechinar los
desperfectos de las veredas
Cuando mi café
toma olor
a sabores sin
apuros, sin nombre
Cuando te pienso
durmiendo
y esperando a
regresarnos
En la callada
copa
que cae entre mi
barba
y deja su sabor
Entre los libros
leídos
que nada me dicen
ya
pero saben de su
enseñanza
Desnudo de tiempo
Anestesiado en un
pasado
Con la sonrisa
del presente
Sin dolores del
futuro
Indoctamente triste
RM
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