TENDEDERO POETICO -
El Sabado 17 de octubre se realizó la Muestra ANTON PIRULERO, en Barracas. Invitados por Ines Martín y su equipo, participamos junto a Elsa Aubert con una propuesta " Me hacés Poema...Atentamente un Juguete". Solo hay palabras de belleza para describir el momento, por todo lo que se vivió y quisimos, junto a Elsa dejar en esta Ruta de la palabra plasmado el trabajo de las personas que pasaban y se acercaban a ver las fotos de la muestra de Elsa "LA INCOMODA VIDA DE LOS JUGUETES" y a charlar nuestra propuesta. Aquí los poemas que volvieron a ser niños charlando con sus juguetes
martes, 3 de noviembre de 2015
lunes, 19 de octubre de 2015
CAMINOS EN CONSTRUCCION - contexto de encierro - Unidad 14 de Esquel - Chubut
VISITA A LA UNIDAD 14 DE ESQUEL Informe de la coordinadora pedagógica Nilda Bulzoni
Historias de amor y fútbol en la voz de Roberto Moscoloni
De la mano del Plan Nacional de Lectura, el Narrador Roberto Moscoloni
fortalece su vínculo con nuestra Escuela en Contexto de Encierro.
Se nos está haciendo costumbre recibir a Roberto Moscoloni. Una costumbre para celebrar. Como la del martes 6 de octubre, en la que por tercera vez en nuestro recorrido institucional se hace presente y comparte historias propias y de otros.
Historias de todos en realidad, en las que se entremezclan la pasión futbolera, la sentimental y la fraterna.
Gimnasia, Chicago, Chacarita y Deportivo Ascasubi. La Chumi, Laura y María Antonia. Protagonistas colectivos e individuales de relatos que por distintas razones nos emocionan y nos invitan a la sonrisa o a la lágrima .
Nuestro agradecimiento por tanta generosidad y el cariño de siempre.
Prof. Nilda Bulzomi – Coordinadora Pedagógica
POESIAS PARA EL CAMINO - 8 -
Poemas de aquí y de allá que van quedando en la máquina archivados, algunos publicados otros olvidados
1
Mi tiempo
absorbe
lamentos
que
amontonados
en la calle
se
desconsuelan
ante la
mirada
de un perro
2
El motín
será
nuestra
mirada
pero jamás
accederán
a ella
Nadie sabe
de nuestro
intercambio
3
jaurías
humanas
corren
ladran
desangran
...
parte
del ciclo
de los
amantes
comienza
con el amanecer
4
Vivido en
medio de
mi paz
tu tiempo
se mezcla
con mi
silencio
5
Te sé
y es tan
importante
que
esta tregua
al dolor
me lleva
a tu cuerpo
6
buenas
noches
afuera el
silencio
da luz
7
Duele la
vista
ante el no
verte
Pasan
imágenes
que nada
tienen
de tu
mirada
----------------
Solitarios
los duendes
muestran
las palabras que
se aseguran
distraídas
en el
llanto
Tachos de
basura
como
bibliotecas
de esta
parte del mundo
son ojos
irritados
que se mezclan
con voces
que buscan
comidas
Nada cambia
en el
dictamen del Poder
la mugre va
pariendo
armas en
metáforas
escupiendo
bilis amarga.
----------------
Que hacer
en este intercambio
de soledad
y brumas
si sangra
mi tiempo
y se ahoga
el grito
que
esperaba desafiar a la injusticia
CUIDADO ANIMALES SUELTOS - 8 - La leyenda de la casa de los enamorados
LEYENDA DE LA CASA DE LOS ENAMORADOS
del libro - Historias que Kulima....
En un bosque del sur,
cuentan una leyenda que habla de la palabra
Se dice que se
conocieron por caminos de la vida, que intercambiaron miradas y después se
fueron de ellos mismos, para necesitar saber el uno del otro y escribirse.
Cartas distraídas
comenzaron a viajar por el sendero de los lagos, la espesura de las ciudades
pobladas de palabras vacías. Atravesaron el mar hasta enquistarse en una y otra
mirada, juntarlas, amalgamarlas y dejar que pusieran formas de reencontrarse.
En la época de las
frutas de carozo ella hablaba con sonidos de miel y repasaba mitos orientales.
Buscaba en los sonidos…canciones
No son frecuentes los encuentros en bosques
del sur llevados por la palabra y menos entre personas que solo buscan ser
poesía.
Vecinos de la zona
dicen que alguna vez vieron bajar un hombre desde la zona del Dique Ameghino
que llevaba en sus espaldas una luminosa mochila con libros de los autores mas
reconocidos y menos leídos, que en él pasaban a ser los libros más bellos de la
zona.
Otros lugareños
hablan que una mujer con largas polleras y los ojos de páginas de arroz
recorría la ruta del desierto dejando sobre las rocas milenarias las marcas de
su sexo.
Lo cierto es que en
un lugar del sur, cerca de los bosques que rodean un lago, ellos se encontraron
y sin mediar palabras abrieron sus libros, sirvieron té con sabor a mosqueta y
michay y dejaron que las palabras fueran parte de las miradas.
Ella mojaba su dedo
índice en la boca de él y pasaba hojas que leía en silencio y que él escuchaba
desde su alma. La ceremonia hacia que durante toda la noche las velas
estuvieran prendidas y que desde la chimenea se esparcieran humos rojizos y
azules.
La casa del bosque
tenía un caminito de piedras que eran pisadas por enamorados que se acercaban a
ver por la ventana la ceremonia de las lecturas en silencio. Muchos regresaban
diciendo que la casa estaba vacía y las viejas del pueblo aseguraban que en
ellos no había amor por eso no podían sentir su presencia.
La casa se fue
llenando de libros que dejaban en la puerta con dedicatorias de todo tipo,
algunas personales entre las parejas que asistían y otras dedicadas a la pareja
que supuestamente vivía en la casa.
Siempre se habló de
la magia de la lectura en silencio, pero fue una primavera, de esas que nadie
repara en los visitantes, que se hizo presente en la zona una pareja de
viejitos que quisieron acercarse a la casa del bosque.
Se alojaron en el
hotel del pueblo y por la mañana bajaron al comedor con una edición muy vieja
del Violín del Diablo, de González Tuñón y otro libro sin tapas de 1929, El
Amor y la Poesía
de Paul Eluard. Los dos reían y la moza dice haber escuchado que eran los
libros con lo que se habían enamorado hacía más de 70 años.
Luego del desayuno,
con dos sombreritos de exploradores y una mochila que sorprendía por tener un
dibujo de The Beatles, salieron caminando hacia la casa del bosque.
Regresaron muy arde,
ella aun tenía los ojos con lágrimas y él reía maravillado en su expresión.
La moza, que era una
escéptica que consideraba que todos los que subían no veían nada y sólo lo
hacían para sacarse fotos y mostrarlas a los amigos mas místicos, los escuchó
comentar antes de la cena la belleza de haber vivido esa experiencia.
- pero ¿los vieron?
- No solo los vimos, sino que tomamos el té con ellos. Tenían la misma
edición de Paul Eluard y durante tres horas compartimos las lecturas en
silencio y escribimos poesía.
Todos los que estaban
en el hotel los miraron a sabiendas que los viejitos mentían, pero les produjo
mucha ternura pensar que a esa edad aun creían en la Fábula de las Palabras.
Pidieron la cena y él
leía un libro en silencio mientras ella se emocionaba como si estuviera
escuchando lo que leía. El resto de los comensales de esa noche no podían dejar
de mirar a los viejitos y la moza escéptica había comenzado a dudar de su
posición.
Pidieron de postre
milhojas y licor de grosellas y aun en silencio la mujer comenzó a meterle los dedos en la boca a su compañero y cuando
los sacaba casi babeando, apoyaba sus dedos en un cuaderno, escribiendo las
poesías más bellas de amor, que fueron dejadas en la Casa del Bosque y aun hoy son
leídas por los enamorados que juran amor eterno.
jueves, 20 de agosto de 2015
Cuidado animales sueltos - (7) - cuento VIAJE - dedicado a Nancy Marchio que está danzando siempre
VIAJE
No
sabía que la Costera
Criolla a las 6.30 hs de la mañana llevaba tanta gente desde
la plata a Bs. As.
Hace
frío, las caras muestran líneas curvas que se agigantan con las luces amarillas
de la estación.
Es
todo muy raro… la gente se habla a través de la mirada… hay una señora con un
bolso adidas que dice Mundial 78 hablando por celular. Su vestimenta combina de
muy mala manera un pañuelo rosa a lunares con una blusa verde y calzas marrones
y el bolso adidas negro que dice Mundial 78.
El
chofer habla con el chocolatinero sobre el triunfo de Newell y todos queremos
que arranque.
A mi
lado una joven se sienta del lado del pasillo y escribe seguramente alguna
historia de amor, pero la mujer del bolso adidas estalla en una risotada y el
bolso cae mostrando al gauchito del mundial 78
El
colectivero comienza a andar y un niño lanza un llanto que nos deja a todos
sonriendo por la sorpresa.
Hay
mucho tránsito… es raro porque apenas son las 6.30 hs, sin embargo el camino
Centenario funciona como pista de carrera sin tiempos.
La
joven que viaja a mi lado ha dejado de escribir y tiene sus ojos hacia la
ventana como buscando su mirada reflejada en el vidrio. Me distraigo viéndola
reflejada y sin darme cuenta me quedo asombrado con una Estanciera celeste con
rayas blancas igual a la que se le quemó a mi viejo en el garaje.
Suena
un celular, la mujer del bolso Adidas gesticula ni bien atiende y saca del
bolso una libreta con un stiker de ABBA, todo parece tener un sentido antiguo
salvo por el chico que tiene una remera de “La 25” y me devuelve a este año y
este momento.
El
colectivero le toca bocina a una camioneta que es manejada a muy poca velocidad
y al pasar sale una mano que le hace fuckyuo y el chofer ríe irónicamente.
A
pesar de querer dormirme los movimientos de la mujer me atrapan por lo bruscos y
ordinarios.
Llegamos
a la rotonda de Alpargatas donde se
detiene el colectivo y sube un suboficial del ejército que saluda a la mujer
del bolso Adidas. Ella me mira porque se da cuenta que la estoy observando y yo
cambio la mirada y me pierdo en la ventanilla.
El
colectivero arranca y la mujer del bolso adidas me clava los ojos y abre el
celular y mientras habla me mira fijo… baja el celular y le hace un comentario
al suboficial del ejército quien comienza a observarme haciéndose que mira
hacia atrás.
Me
quedo con la cara casi contra el vidrio y veo que la joven que escribía a mi
lado sigue con los ojos fijos hacia la ventana y no sé si mira afuera, se mira
ella misma, mira al suboficial que mira la ventana que yo miro o me mira a mí.
En
Hudson baja y sube mucha gente. La señora del bolso adidas baja clavándome los
ojos y se choca con una mujer que se fastidia por la torpeza de la mujer del
bolso adidas, sin embargo esa mujer tiene una sonrisa que me hizo recordar a Nancy
cuando iba a visitarla a Quilmes… la quería tanto.
La
mujer del bolso adidas se para contra el kiosco de diarios y saca el celular.
El colectivo comienza a andar lentamente. El bolso queda del lado del gauchito
del mundial 78… me doy vuelta buscando la sonrisa mientras muevo mi mano
gritando… Nancy, Nancy…
RM
Del Libro HISTORIAS DE UNA ESQUINA LIBERTARIA
Poesías en el Camino - (7)Inéditos
1
Amanecido entre Beatles insolentes
mi biblioteca me avisa
que mis mejores libros
están lejos y con tierra
hay olor a morrones asados
y el sol se atreve a desafiar mi ventana
el café me tiñe las penas
y tal vez hoy sonría
hay mucha mugre en el cordón de la vereda
salto
y caigo al vacío
las bocinas de la calle
son prisioneras
de mi mañana
y aun tengo que llegar
a la parada del colectivo, que me llevará
hasta las flores amarillas.
2
Cae
la hoja última
de
mi árbol…
roza
tu pecho y
se
abre el tiempo de pájaros
para
que canten tu melodía
3
Quien va a alambrar
esta sinrazón de mi desorden?
4
La calle está vacía
de miradas,
hay gente peleando por su mísero
monedero interior
y no son capaces
de ofrecer monedas
a quien soné
sabiéndose amada
jueves, 21 de mayo de 2015
Cuidado animales sueltos - (6) La Promesa
Era
muy difícil… sabíamos que era muy difícil. Volvimos de Rafaella con una
pena…recordábamos la última vez que habíamos ido al descenso, pero primaba mas
la epopeya de la vuelta, de los partidos contra Racing, Flores, Gabriel Pierino
Pedrazzi... epopeya, el Charly Carrió… sentimiento de epopeya era lo que se sentía
pensando en aquella vez, pero esto era distinto… Para salvaguardar la mística
llamé a los compañeros de militancia y todos iban, ahora más viejos, con sus hijos
y esposas y fui hasta la casa de Jorge y María a buscarlos para compartir la
tribuna.
Ellos
vivieron el regreso a la A
desde México, desde el más absoluto silencio del exilio.
Con
las viejas camisetas, la bandera en jirones y el corazón y el sentimiento
intacto nos acercamos a la cancha, a vivir nuestra pasión, nuestro pedacito de
esperanza revolucionaria. Jorge estaba vestido todo de verde oscuro…parecía un
kiwi
Minuto
a minuto fuimos disfrutando cada circunstancia del encuentro, silbido y algunas
puteadas para una concentración policial desconsiderada, el jefe de la
seguridad privada y su camiseta bajo el sacón, las caras de la gente que
esperaban que pasara el momento y que todos nos encontráramos en 7 y 50.
El
pasado y el presente en un instante…mi viejo, que me llevó a la cancha de chico
y me dijo que eligiera, mi amor por la camiseta, mis tardes de pileta, mi
llanto en el 79, alguna novia siguiendo campañas, el penal errado contra San
Lorenzo en la B … y
esta chica rubia que rezaba un rosario y un muchacho que puso una estampita de
la virgen desatanudos y María que insistía en decir
- los partidos hay que ganarlos en la cancha y en la tribuna, no rezando…”
y
nuestras risas con Jorge comentando
- es una marxista clásica, j aja
ja, el opio de los pueblos, j aja ja –
Todo
se hizo silencio, todo fue grito, todo fue ojos, manos, saltos, pero el partido
iba y venía y nada cambiaba. Me dolía escuchar a los de Rafaella que cantaban
tan enérgicos en su evidente regreso a la
A , Pero no había pautas de poder rescatar el partido…
El
flaco de la colita en el pelo me pedía que no me moviera del lugar donde
estaba. María me miraba y me decía
- ¿y?
Mi
hijo se abrazaba a la bandera… las miradas expectantes daban muestra de la
situación. Marcelo Lofeudo sacando fotos en la cancha se agarraba a la máquina
con marcado temor y llegó el gol de Alonso. Muchos no lo pudimos gritar, no
sabíamos si gritarlo…no sabíamos… los corazones pulsaban para que todos fueran
adelante, pero no sabíamos… a los 42.56 el propio Alonso la pifia frente al
arco, pero nadie decía nada, la gente se tocaba, se miraba
El
juego es así, lo que no sucede en muchos minutos sucede en una jugada de Aued a
Niell y gritamos el segundo gol… y Niell tiró una patada voladora eterna cuando
fue a buscar la pelota y nosotros nos abrazamos, nos besamos… recordé a esa
mujer que amo y a quien me hubiera gustado tener a mi lado. Jorge tenía los
ojos llenos de lágrimas y me apretaba el brazo y el mundo paró en el bosque, el
mundo se tiñó de azul y blanco y Cuevitas, como de paseo por la 8 peatonal de
los sábados, paró, enganchó y como viniendo de otro mundo Niell volaba y de
cabeza ponía el 3 a
0
Alguien
que no se desde donde salió me abrazó, yo solo lloraba, solo miraba la cancha
como un chico y pensaba en mi viejo que me dijo “elegí” y sentí que había llegado
el día que esperaba, el grito… ese grito sagrado del hincha…
La
gente se abrazaba, se besaba, volví a pensar en ella en esos momentos y de
pronto Jorge se me acerca y me dice llorando
-cuando
vaya a San Juan voy a llevarle una botellita de agua a la Difunta Correa…
-¿A
quién? dijo María secándose las lágrimas
-a
la Difunta Correa
-¿desde
cuando haces promesas a la difunta correa?
-la
hice hace un ratito
la
gente deliraba en sus festejos, yo escuchaba la conversación entre mis lágrimas
y la risa del planteo de María
-Jorge…
40 años casados y ahora me entero que le haces promesas a la Difunta Correa
-Siiiiiiiiiiii
- gritó Jorge – si, le prometí que si no nos íbamos le llevaba la botellita y
se la voy a llevar-
a
nuestro alrededor la gente saltaba, lloraba, gritaba, perdía el aire y Jorge
acentuaba su discurso
- no nos vamos, carajo no nos
vamos. Gracias Difunta, gracias!!!!!!!
El
“uhhhhhhh” de la pelota que Bisconti hizo rebotar contra un compañero hizo que volviéramos
al partido, el pitazo final, hizo que los abrazos se multiplicaran y que todos saliéramos
de la cancha abrazados, embanderados. Jorge y María caminaban sin hablarse
“El
Opio de los pueblos”… me dije y vi una calle eternamente azul y blanca que
albergaba a miles de sonrisas…
“El
opio de los pueblos”…me dije y apreté bien fuerte la crucecita con mis
iniciales y sus iniciales y ella me vio cruzando plaza San Martín, mientras un
patriota revoleaba la bandera tripera subido al caballo del libertador
“La
sonrisa del pueblo”… me dije y abrazado a Jorge vestido increíblemente de kiwi,
lloramos por la camiseta, que era la alegría del pueblo… y me sentí yendo a la
cancha una noche con mi viejo… y sí viejo, elegí…
RM
Poesías en el camino - (6) - Poeta
Libro: Postales
Poeta
1
Hipnótico
el poblador
de la calle solitaria
caminó hacia
la oscuridad
Mataban
metáforas
en la esquina
del bar
y solo sobrevivían
borrachos ignorantes
e ignorados
pendiendo
de un alambre
El
poblador
escribió su graffitti
con sangre
y vino barato
2
El
tiempo asfaltó calles
puso luces
en las sombras
Carteles
luminosos
suplantaron
los chaperios
oxidados
y los perros
fueron perdiendo
territorio para
enterrar
sus trofeos óseos
La
enamorada
del poeta
no reconocía
las calles
pero buscaba el
designio
sabía que él
había dejado su
testamento,
necesitaba encontrar
la pasión en la
palabra
3
Los
chicos del barrio
cuando de tanto
pelotear
descubrían las luces
de las sombras
discurseaban sobre
historias fantásticas
de duendes y piratas
de chorros y
prostitutas
a veces
hacían referencia
a una historia
que ocultaba su
familia
en cada cena
4
El
bar tenía
una foto de Labruna
y de Perón
Un
poster de Evita
un mauser oxidado
un
espejo con un cuadro
de los abuelos dueños
y entre las botellas
de caña barata
y de licor de huevo
un poema escrito a
mano
con la letra chueca
y deshilachada
con final de tango
de entrecasa
5
Con
los ojos del tiempo
con las manos
llorosos
con el paso cansado
fue cerrando los ojos
la enamorada
Su
pelo blanco
balbuceó a su nieta
que buscara el
graffitti olvidado
por el mundo
Que
encontrara las huellas
de aquel poeta obrero
que murió sin saber
de esta historia
Y
repitiendo el viejo
poema de amor
que guardaba en el
costurero
abandonó
el camino
para exaltar la
metáfora
de la vida
6
El
bar fue demolido
por ser solo un bar
Las
fotos integraron
los desperdicios de
una bolsa de residuos
Los
chicos del barrio
esperaban felices
una casa de
video-juegos
Las
amas de casa
un supermercado
extranjero
Entre
los escombros
la ilusión de que
perdurara
el graffitti, veía
su final ignorado
El
funeral de la abuela
pasó por esa calle
cuando caía la pared
escrita
con vino barato
y sangre digna
Mientras
los viejos del barrio
ignorantes e
ignorados,
se sacaban
sus gorras para
saludar
a la enamorada del
poeta
que había muerto por
ellos
escribiendo
"patria o muerte"
en la pared del bar
cuando los dueños
de la oscuridad
avanzaron sobre ese
barrio obrero
para implementar el
silencio
y matar a los
artistas
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