lunes, 11 de marzo de 2024

PROCESO DE ESCRITURA DE UN CUENTO

 PROCESO DE ESCRITURA DE UN CUENTO

Secuencia: encuentro de piedras - poema - cuento
1ª PARTE
taller literario natural
DESECHOS POETICOS
Nota: en la Reserva Natural de CABA, entrando por calle Viamonte , encontrás caminitos ilegales que te llevan al río. Sus playas tiene Poesía ocultas... Buscalas)
Quien dejó que Antón se perdiera ( foto 1)
que su deforme corazón de tristeza ( foto 2)
se dejará abandonado
en una playa de piedras ( foto 3)
Borracho, ( foto 4)sin más respuestas
que las migajas de Romina, ( foto 5)
olvidó sus sueños y se fue...
Un dibujo de su niñez ( foto 6)
fue la prueba de su amor- niño
Nadie sabe si realmente
lo llevó el río o la tristeza...
. Aún lo buscan las ánimas navegantes del silencio ( foto 7)
RM ( foto 😎
( Nota 2, podés leer el poema siguiendo las fotos, o solo leer el poema o solo seguir las fotos, en breve estará listo el cuento tb)
2ª PARTE
Luego del poema, sin dejar la emoción de aquel encuentro de la historia, la propia historia me pidió mas desarrollo y así se construyó este cuento.
Una practica que puede ser usada como disparador, desarrollo y su desenlace.
EL CUENTO
Fue un domingo a la mañana que llegué a orillas del Rio de la Plata.
Esos días de sol tímido y lugar para alguna sonrisa. Tres chicas posaban sacándose fotos, un hombre mayor con una camiseta de Boca comía cerealitas y nosotros preparamos el mate.
En la punta del sector donde el rio tomaba la costa, un hombre tomaba un vino tinto Resero en cajita y me quedé observando. Por cada trago se quedaba largo tiempo con la parte abierta de la cajita apoyada en su pera y de sus ojos caían lágrimas que entraban en el recipiente.
No lo mire, me dijo el hombre de la camiseta de Boca, no le gusta que le tengan pena.
Mi compañera, no podía parar de observarlo y miraba a través mío, como disimulando que me hablaba.
Frente al rio, un muelle de pescadores, dejaba escuchar los aplausos cuando alguien capturaba su presa.
El Río de la Plata, aun tiene las voces de los desaparecidos, de los muertos en sus orillas, se extiende dejando historias que no siempre son de amor… desde ahí mi recuerdo llegaba a la Baliza y las víctimas de los Vuelos de la Muerte, a Punta Indio y el asesinato de Sebastián y en sus playas familiares dejando caer sus lágrimas y este hombre no permitía que las lagrimas se perdieran y las metía en la cajita de Resero que después tomaba, como tomaba sus penas.
Hace mucho tiempo que está ahí… años. Solía venir con Romina, eran muy divertidos y un día el rio la llevó, nunca mas se volvió a ir. La playa de piedras conoce esta historia.
Cuando nos fuimos, volví a mirarlo. Todo era soledad en ese lugar donde estaba sentado, sucio, sin mirada mas que el agua.
Este domingo volví. Se entra por la Costanera a la altura de la calle Viamonte en la Reserva Natural. Después de caminar unos metros, hay una entradita hecha por la gente y ahí se desemboca en la playita de las piedras.
Era un día de esos que te invitan a quedarte mucho tiempo. Nuevamente unas chicas posaban para sacarse fotos y reír, una pareja se animaba a meter sus pies en el rio. Pasamos una mañana linda hasta que una cajita de Resero nos hizo recordar aquella vieja historia.
La playa nos devolvía escenas que nos acercaban al pasado. Me dí cuenta que ninguno de los dos quiso nombrar la vez anterior cuando conocimos la historia. Una piedra decía Antón y la guardamos, sin decir porqué. De apoco fuimos juntando piedritas que nos daban indicios de un pasado cercano.
Al irnos un tímido “ que habrá sido de aquel hombre?” fue el único comentario.
Al salir, un viejo con camiseta de Boca y un paquete de cerealitas, nos sonrió diciendo “ nunca mas supimos de él”.
En el rio, sombras espectrales parecían nombrarlo…
No creo que volvamos a la playa de las piedras…
RM








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